miércoles, 24 de abril de 2013

El transformador perfecto

Después de empezar a ver qué era un transformador ideal y para qué nos sería tan útil, nos planteamos una pregunta nueva: Cómo podemos llevar este elemento circuital a la práctica, para así poder usarlo en nuestros circuitos y conseguir sus ventajas reales.

El único artilugio que nos permitiría y nos daría estas características es un núcleo de material ferromagnético (del tipo de las ferritas, ya que si no es de este tipo, al final del circuito actuaría como un circuito cerrado y no crearía ningún campo magnético, ya que, su inductancia sería 0) rodeado por vueltas de hilo conductor (como el cobre). Cuanto el núcleo tenga más permeabilidad magnética y más aislante sea mejor para conseguir que las características reales se asemejen más a las ideales.

El valor de amplificación n, será dado por el cociente entre el número de espiras del primario entre el del secundario o la raíz cuadrada del cociente de las inductancias en el mismo orden.

Lo más malo que tiene este transformador que no es ideal, es que se le añade en paralelo al primario una bobina de un valor determinado que varia según de los materiales. Por eso es importante que esa L sea grande trabajando a frecuencias altas, con grandes permeabilidades magnéticas o muchas vueltas de espiras. Así conseguiremos un error menor entre lo que nos da un transformador perfecto y un ideal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario